Esta historia relata cada uno de los encuentros (siempre los martes) entre el alumno –Mitch Albom- y su profesor de la universidad -Morrie Schwartz- intercalando en el medio recuerdos del pasado.
“Martes con mi viejo profesor” es un libro lleno de reflexiones que salen de la voz de una persona real, con sus problemas reales, que se enfrenta a un final por el que todos vamos a terminar pasando, es breve e intenso, con un lenguaje sencillo pero profundo. Este no es un libro sobre la enfermedad y la pérdida de un ser querido, al contrario, es un relato sobre la vida y la importancia del amor. Una muestra de cómo alguien que no puede levantarse de su silla de ruedas y sólo puede contemplar el mundo exterior desde una ventana, puede llegar a sentirse afortunado por tener el tiempo suficiente para despedirse de las personas que le importan, aquellas en cuyo recuerdo seguirá vivo mucho tiempo después de morir.
“Son muchas las personas que van por ahí con una vida carente de sentido. Parece que están medio dormidos, aun cuando están ocupados haciendo cosas que les parecen importantes. Esto se debe a que persiguen cosas equivocadas. La manera en que puedes aportar un sentido a tu vida es dedicarte a amar a los demás, dedicarte a la comunidad que te rodea y dedicarte a crear algo que te proporcione un objetivo y un sentido”
Morrie Schwartz, profesor de sociología, siempre había intentado enseñarles a sus alumnos partiendo desde la base de perseguir los sueños dejando de lado el convencionalismo de la sociedad, aunque no fue hasta que le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad degenerativa y letal, que no aprendió a valorar de verdad los pequeños placeres de la vida. Por esta razón decide no lamentarse por su enfermedad más de lo necesario y dar la última asignatura de su vida.
“Me permito un buen llanto si lo necesito. Pero después me concentro en todas las cosas buenas que me quedan en la vida. En las personas que vienen a verme. En las anécdotas que voy a oír. En ti, si es martes. Porque somos personas de los martes”
Algunos temas sobre los que Morrie habla son: Sentir lástima de uno mismo, los arrepentimientos, la muerte, la familia, las emociones, el miedo a envejecer, cómo perdura el amor, el matrimonio, nuestra cultura, el perdón…
“Todo el mundo sabe que tiene que morir, pero casi nadie se lo cree”
(…) si te sumerges en estas emociones, permitiéndote a ti mismo tirarte de cabeza a ellas, hasta el final, por encima de tu cabeza incluso, las vives de una manera plena y completa. Sabes lo que es el dolor. Sabes lo que es el amor. Sabes lo que es la pérdida de un ser querido. Y solo entonces puedes decir: “Está bien. He vivido esa emoción. Reconozco esa emoción. Ahora necesito desligarme de esa emoción por un momento”.
Morrie hizo una pausa y me observó, tal vez para asegurarse de que yo entendía bien aquello.
–Sé que crees que solo estamos hablando de la muerte –dijo–, pero es lo que yo te repito: cuando aprendes a morir, aprendes a vivir.
Morrie me habló de sus momentos más temibles, cuando sentía el pecho bloqueado con ataques de tos o cuando no sabía si volvería a respirar. Eran momentos horribles, decía, y sus primeras emociones eran de horror, el miedo, la angustia. Pero cuando llegó a reconocer la sensación de esas emociones, su textura, su humedad, el escalofrío por la espalda, el sofoco que te recorre el cerebro, entonces fue capaz de decirse: “Está bien. Esto es miedo. Apártate de él. Apártate”.
"Mitch" Albom es un escritor, periodista, guionista, dramaturgo, locutor de radio, presentador de televisión y músico estadounidense.
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